Fue al jardín a buscar flores
ahí la encontró
resplandecía hasta el sol
con sus pétalos de seda
roja
cambiante
el se acerco y tomo el aroma hermoso de su piel.
No se atrevía ni a tocarla
y la tierra
se resistía a despedirla.
Ella miraba y transpiraba, la almoneda no culminaba.
El objetivo era llevarla y
el deseo
irrigarla...
la contradicción culmino y Juan
el jardinero
opto por amarla.
La lluvia tendía al mar
el viento a aportar destino natural
una brisa la acariciaba y disfrutaba la llovizna que
aun no era sal.
La sirena era de océano embelleciéndolo aun mas
su perfume sabia a luna de una noche en alta mar.
El abuelo que aun vive en el jardín
junto a la rosa en su umbral
dejó aquella adolescencia atrás.
Ella
tampoco es igual.
Cambiaron juntos en el sendero al amar.
ahí la encontró
resplandecía hasta el sol
con sus pétalos de seda
roja
cambiante
el se acerco y tomo el aroma hermoso de su piel.
No se atrevía ni a tocarla
y la tierra
se resistía a despedirla.
Ella miraba y transpiraba, la almoneda no culminaba.
El objetivo era llevarla y
el deseo
irrigarla...
la contradicción culmino y Juan
el jardinero
opto por amarla.
La lluvia tendía al mar
el viento a aportar destino natural
una brisa la acariciaba y disfrutaba la llovizna que
aun no era sal.
La sirena era de océano embelleciéndolo aun mas
su perfume sabia a luna de una noche en alta mar.
El abuelo que aun vive en el jardín
junto a la rosa en su umbral
dejó aquella adolescencia atrás.
Ella
tampoco es igual.
Cambiaron juntos en el sendero al amar.
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